¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?
Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua,
¿cómo es posible que alguien se proponga comprarlos?
Cada pedazo de esta tierra, cada rama brillante, cada puñado de arena, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo.
La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del comechingón.
Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros.
Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos.
El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.
Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres.
Una porción de tierra, para él tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita.
La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino.
Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa.
Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.
La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados.
Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos.
Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.
No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco.
Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera, o el batir las alas de un insecto.
¿Que resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago?
¿Qué es el hombre sin los animales?
Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales, en breve ocurrirá a los hombres.
Hay una unión en todo.
Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra.
Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.
Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra.
Esto es lo que sabemos: todas las cosas están relacionadas como la sangre de una familia.
Hay una unión en todo.
(extraido de la Carta de un Jefe Indio de Seattle)
CRÓNICAS SERRANAS EN 3D
Los hombres y las mujeres de la Tierra llegaron a las Sierras.
Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados. Cada uno tenía una razón diferente. Venían para encontrar algo, dejar algo o conseguir algo. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin sueños. Venían en busca de un mundo que es imposible imaginar. Llegaron solos o en grupos, a vivir o de vacaciones.
Comenzaron a organizar la vida de las gentes. Comenzaron a reproducir los mismos problemas de los que venían escapando.
CRÓNICAS SERRANAS EN 3D
RADIO CURVA 99.5 : Salsipuedes : Sierras Chicas : Córdoba : AL
Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados. Cada uno tenía una razón diferente. Venían para encontrar algo, dejar algo o conseguir algo. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin sueños. Venían en busca de un mundo que es imposible imaginar. Llegaron solos o en grupos, a vivir o de vacaciones.
Comenzaron a organizar la vida de las gentes. Comenzaron a reproducir los mismos problemas de los que venían escapando.
CRÓNICAS SERRANAS EN 3D
RADIO CURVA 99.5 : Salsipuedes : Sierras Chicas : Córdoba : AL
No hay comentarios:
Publicar un comentario
citon escucha